¡NOS ENCANTA EGIPTO!

 ¡HOLA PEQUES!

¡HOLA FAMILIAS!

Después del merecido descanso de carnaval nos volvemos a ver por este rinconcito. Y, aunque el carnaval ya ha pasado, la semana pasada todavía lo teníamos muy presente, por lo que decidimos hacer nuestra propia foto simulando un boteiro. Para ello tuvimos que pegar y colocar trocitos de papeles encima de una estructura que tenían nuestras fotos colocada en la cabeza.




















Estos días también han querido compartir con nosotros/as unas cositas que vamos a ver:

Por un lado, Mia, trajo un montón de cosas. Unos dulces on forma de pandas que nos dijo que eran de Georgia. Riquísimos. También trajo un peluche de una naranja convertida en momia y un cocodrilo que ¡mordía!



























Por otro lado, Adrián, quiso traer sus mascotas a clase para que las podamos volver a ver, ya que a una de ellas la habíamos conocido el año pasado. Son dos caracoles. Uno de ellos tenía sus cuernos sacados y pudimos ver perfectamente cómo se movía por el cristal. 

Adrián no explicó que comían lechuga (aunque también dijo que chorizo…) y que había que echarles agua para que pudieran beber






















Los papás de Adrián compartieron con nosotros/as unas fotos que estuvimos viendo juntos/as de Adrián en el centro de día al que va su abuelita. Le hicimos un montón de preguntas sobre lo que hacían allí, qué cosas había… nos levantó la curiosidad y nos pareció una cosa muy bonita e interesante. Gracias por compartir estas cositas con nosotros/as, Adrián.



Sabemos que los números son muy importantes porque están presentes en nuestro día a día: en el súper, cuando compramos juguetes, en los coches, en carteles, en los teléfonos, en el teclado de la tablet… (todo esto dicho por ellos/as). Y, como ya somos muy mayores, hemos estado practicando y haciendo cosas de mayores, como son las matemáticas. Nos hemos iniciado en la subitización, en la descomposición de los números, hemos practicado las sumas y la grafía… en definitiva, hemos empezado a hacer cosas “de mayores”.
































Ya echábamos de menos trabajar algún artista, por lo que hemos empezado a conocer a uno nuevo. Tiene un nombre un poco complicado, a ver si alguien lo recuerda… Su nombre empieza por G y su apellido por K… 

Lo primero que hicimos fue una breve presentación, para comenzar a introducirlo. Pusimos su foto y, trabajando la filosofía para niños, planteamos la pregunta: ¿a qué se puede dedicar esta persona? Hubo muchas respuestas: puede arreglar coches, puede ser veterinario, médico, profesor, puede hacer casas, es peluquero… y hubo varias respuestas de: es “pintador”, es un pintor, es artista.

Pero, al poner la siguiente imagen todos dijeron que era veterinario.


Pues NO, era pintor, pero le encantaban los gatos. También vimos que le encantaba el color dorado, las flores, pintar a mujeres o niños/as, besos, abrazos… y vimos alguna de sus obras.

Una de la que más nos llamó la atención la quisimo “recrear” con plastilina. ¿Sabéis de cuál se trata?




























¡Vaya artistas! Lo han hecho igualito al original. ¡Increíble!

También quisimos recrear su firma y poner su nombre. Para ello utilizamos el color dorado que tanto le gusta a este artista











Seguiremos descubriendo y recreando más cositas de este artista.

Pero… ¡también estamos en Egipto! Lo que nos gusta todo lo relacionado con este país…

Lara quiso compartir con nosotros/as un libro que trae un montón de información 


Hicimos un ojo de Horus, que es un símbolo antiguo que proviene de la mitología egipcia. Este ojo se asocia principalmente con Horus, el dios halcón del cielo, que era protector y representaba la fuerza y la buena salud. Este ojo se consideraba un amuleto poderoso que otorgaba protección, salud y poderes de curación. Se creía que llevar el ojo de Horus como amuleto o dibujarlo en lugares importantes proporcionaba protección contra el mal y enfermedades.














También jugamos al bingo de Egipto. Lo que nos gusta tirar de la ruleta y decir el voz ata “lo tengo” “yo ese no lo tengo” “biiingo”. Es muy emocionante y tenemos que fijarnos un montón en las imágenes para poder discriminar si las tenemos o no con mucha rapidez.





































También construimos unas pirámides con cubitos de agua. Eran muy importantes dos cosas: contar en orden descendente, para colocar más cubitos en la base y, a medida que subimos, colocar uno menos cada vez; y estar muy concentrados/as para mantener el equilibrio y que no se nos caiga la pirámide. ¿Lo habremos conseguido?



















¡Pues claro que lo conseguimos!

Otra de las cosas importantes que hemos descubierto de Egipto son sus tarros.

Primero, vimos una presentación sobre los mismos:


Y, después de tenerlo todo claro, quisimos hacer nuestros propios tarros. El primer paso fue pintarlos. Teníamos que usar colores muy llamativos y vivos.

Después, tocaba recortarlos. Una vez que ya estaban recortados venía el paso que más y que menos les gustaba a la vez: romperlos. Sí, sí, teníamos que romperlos para, posteriormente, reconstruirlos sobre un folio.

Quedaron unos tarros preciosos. Ya podemos guardar en ellos un montón de tesoros, pero no gatitos eeeeh.

























































Y llegó el momento de lo que más nos ha gustado hasta ahora: un escape room. 

Esta mañana recibimos un vídeo de Cleopatra muy triste y enfadada también… ¡le habían robado sus joyas! Y nosotros/as éramos los encargados/as de ayudarle a recuperarlas. Para eso, teníamos que superar una serie de pruebas… pero, vamos por partes. Todo comenzó con el siguiente mensaje:


¡Claro que le vamos a ayudar!

La primera prueba fue en la mesa de luz, donde encontramos unas indicaciones en un papiro: debíamos descubrir dos nombres de dos inocentes para ir descartando sospechosos, pero no sabíamos cómo… ¡había una lupa roja! ¡Vamos a ver! (Tienen mucho ingenio ehhhh).















¡Bien! Hemos podido descartar a Nefertiti y al escarabajo… ahora tenemos que pasar a la siguiente prueba que está en el siguiente rincón: el de letras.

Tuvimos que buscar unas bolas blancas que tenían letras escondidas. Pero no iba a ser taaaan fácil. Había muchas bolas, y no todas tenían letras, algunas no tenían nada y otras tenían dibujos para despistar. Además, no se veía nada porque estaban escritas con tinta mágica, pero descubrimos unas luces para poder verlas ¡qué emoción y menudos detectives!

















¡Hemos descartado también al FARAÓN! Encontramos todas sus letras y compusimos la palabra. Un sospechoso menos.

Nos toca pasar a la siguiente prueba, en la mesa de experimentación, donde encontramos la próxima pista.

¡Es el tarro de Cleopatra! ¡Entre arena blanca y bichos! Pero está roto. Debemos montarlo y descifrar los jeroglíficos que tiene escritos para descubrir el nombre de otro inocente. Recordamos que hace unas semanas hicimos una ficha en donde le poníamos a cada jeroglífico su letra correspondiente, así que fuimos corriendo a por ella.













En el tarro ponía el nombre de Anubis, por lo que tenemos otro inocente más. Solamente nos quedan dos. La encargada de los sospechosos nos reúne a todos para debatir quién puede ser y porqué: Tutankamon o la serpiente. Cada uno da su opinión y la justifica con un motivo…



Es el momento de ir a por la siguiente pista que se encuentra en el rincón de lógico-matemáticas. En ella nos dice que debemos pasar dos pruebas, por lo que decidimos dividirnos en dos equipos.

1- un equipo es el encargado de resolver unas sumas que, colocando los resultados de mayor a menor, da el código para abrir el candado en donde se encuentran las joyas.

2- otro equipo debe resolver un puzzle con la imagen del lugar en donde está escondido el ladrón y las joyas.














Las sumas daban como resultado:  8, 7, 6, 5.

En cuanto al puzle… ¡es una foto de la cocinita!

Ambos equipos lo hicieron de maravilla y ambos equipos fueron indispensables para llegar hasta el final.

 ¡Vamos a la cocinita a buscar esas joyas!






¡Encontradas!



¡La ladrona es la serpiente!

Ahora debemos poner el código que conseguimos sumando para poder abrir el candado





Y un valiente va a abrir el cofre




¡Son las  joyas! Las hemos recuperado y hemos encontrado a la ladrona.

Ahora todos/as forulamos hipótesis de cómo pudo hacer la serpiente para robarlas. La que gana es la de que tuvo una momia cómplice que le ayudó y que también hay una profe cómplice (pero que no soy yo, menos mal) que le abrió la puerta del cole para que las trajera a clase…

Y así nos quedan algunas de las joyas






Y Cleopatra nos manda otro vídeo


Ahora ya estamos preparados para escribir el nombre de la culpable en una ficha y de pintarla.
















Espero que os haya gustado nuestro resumen y que hayáis vivido con tanta emoción como nosotros la búsqueda de las joyas robadas.

Como estamos trabajando un nuevo artista, si os apetece y tenéis algo de él que queráis compartir con nosotros/as, ya sabéis que es muy bien recibido en nuestra clase.


Un saludo y muchos abrazos.



¡EL UNIVERSO!

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