¡HOLA PEQUES!
¡HOLA FAMILIAS!
Nos siguen llegando un montón de cosas de África y sus animales, no sabéis cuánto os lo agradecemos y cuánto nos gustan.
Leo nos trajo la Sabana entera, y nosotros/as encantados/as. Había jirafas, elefantes, leopardos (que ellos/as dicen que es un gatito)… y un cocodrilo de madera chulísimo, que se movía como uno de verdad. Estábamos todos/as alucinados/as…
María trajo un montón de animalitos de África, también. Las estuvimos viendo, pero es que traía una cosa aún mejor ¡unas fotos suyas en Marcelle con un montón de animales como los que vimos de África! Suricatas, avestruces, dromedarios… ¡qué genial! Cuando ven las fotos siempre hacen un montón de preguntas y cuentan anécdotas muy divertidas, es de las cosas que más les gusta.
Larita nos trajo un cocodrilo de plastilina. Dijo que Sofía le había ayudado a hacerlo. Menudas artistas.
Y Lucía nos trajo una jirafa preciosa que le ayudó a hacer su mamá. Le pusimos de nombre Miranda, porque así se llama la protagonista del cuento que contamos “Caramba, Miranda”
¡Pues vamos a hacer una jirafa nosotros/as!
Le tocó el turno a la cebra.
Primero, contamos el cuento de “La cebra Camila”, que nos encantó.
Después, hicimos nuestras propias cebras “marmoladas”. Para eso utilizamos espuma de afeitar, pintura negra y un limpiacristales. Y mucha, mucha, dedicación.
Sabemos que en África hay 4 grandes desiertos, el más grande de llama Sáhara y no sólo es el más grande de África, también es el más grande del mundo.
Teníamos la palabra “desierto” en minúscula y debíamos poner esas letras en mayúscula. Lo hicimos genial.
También aprendimos que las montañas de arena del desierto se llaman DUNAS. Ahora nos tocaba ser un poco detectives y encontrar esas letras minúsculas. Ya las vamos empezando a reconocer. ¡Qué maravilla!
Esta vez decoramos una letra que suena en la garganta, la k. De koala, Karina, Kandinsky, Kusama… para ello, utilizamos gomets de formas geométricas, como hacía el pintor.
Nos quedaron unas k chulísimas
Como sabéis, estamos cerca de Halloween, lo que levanta mucha curiosidad en ellos/as y ucha emoción. Por lo que hemos propuesto algunas actividades relacionadas con dicha celebración estos días (y lo que se viene…😬🤭🤭)
En la mesa de luz teníamos que intentar reproducir la imagen de una historia “tenebrosa”, trabajamos la orientación espacial, atención, lateralidad y vocabulario. Y, sobre todo, la concentración, porque no veáis qué bien lo hicieron.
Aprovechando esta celebración, jugamos a un clásico juego de cartas que seguramente habéis jugado todos/as alguna vez: el cinquillo.
Lo que hicimos fue una pequeña introducción a ese juego, con un baraja especial de monstruos. Por ahora, para explicarlo e ir entendiéndolo, nos centramos en un solo palo de la baraja: los monstruos amarillos. Ya sabemos que el que primero coloca su carta es el número 5. A partir de ahí, trabajamos la serie numérica ascendente, hasta el diez; y descendente, hasta el 1. Debemos pensar qué número va antes, cuál después…
Nos lo pasamos muy bien jugando por parejas. Poco a poco lo iremos complicando y añadiendo más palos.
Esta semana tuvimos una nueva clase de robótica. No sabéis lo que nos gusta ese ratoncito
El 24 de octubre se celebró el día de las bibliotecas escolares. Este año, el PDI del centro es sobre el cómic, y no encontramos unas imágenes mejores que las que usamos en nuestra asamblea, donde somos como personajes de dibujos. Así que, hicimos un bocadillo, que es lo que aparece en los cómics para poder leer lo que dicen o piensan los personajes, con esas imágenes, y lo subimos a la biblioteca del centro para conmemorar ese día. Después, en clase, vimos un cómic de los pitufos. Había muchísimas imágenes, colores, bocadillos y viñetas (que supimos que son los cuadraditos donde pasan las aventuras de las historias del cómic).
