¡HOLA PEQUES!
¡HOLA FAMILIAS!
Aquí estamos una semana más con nuestro resumen y nuestra pequeña ventanita a clase. Esta semana ha estado cargada de "emociones" (y nunca mejor dicho), que comprobaréis a continuación.
En primer lugar, tenemos a nuestros encargados. Cada día son más expertos y se desenvuelven mejor.
Esta semana tuvimos, nada más y nada menos que... ¡2 cumpleaños!
Comenzamos con el de Andy:
Nos trajo unas meriendas riquísimas para todos/as. Unas galletas con la foto de Hulk que ponían Andy y unos zumos. Estaba todo riquísimo. MIL GRACIAS, ANDY!! (Y gracias a su mamá y a su papá). Nosotros, como somos muy agradecidos/as, le quisimos dar muchísimos abrazos.
Y también le hicimos un dibujo de regalo, como en cada cumple. Sacando nuestra vena artística. ¿Creéis que le gustaron? Yo creo que sí.
Después, pusimos un vídeo con las fotos que nos facilitó su familia y Andy nos estuvo contando quiénes eran, dónde era cada cosa y se puso muy alegre al ver algunos recuerdos. Nos encantan estos momentos de todos juntos.
Dejo por aquí el vídeo de Andy para que lo podáis disfrutar desde casita.
Y claro, cantamos el cumpleaños feliz y... ¡soplamos las velas! ¿A que no adivináis cuántas veces lo hicimos?
Y como era un día de fiesta, pusimos música y bailamos un montón. Después que si llegamos cansados/as a casa... ¡normal!
Pero... Andy no fue el único en cumplir años ¡también Wassem!
Así que, nos enfundamos esa corona y... ¡lo celebramos por todo lo alto!
Le hicimos nuestros dibujos de regalo y, cómo no, cantamos el cumpleaños feliz con todas nuestras fuerzas mientras Wassem soplaba las velas. ¿Sabéis esta vez cuántas veces lo cantamos? Venga, que es muy fácil...
Esta semana, recibimos una súper visita.
Primero, tuvimos que cerrar nuestros ojos, aunque alguno/a hacía algo de trampilla...
¿Quién será?
Algunas caras lo dicen todo.
Eran dos monstruitas muy buenas: Bea y Sofía (la mamá y la hermana de Lara). Venían vestidas de color... azul, ¿o era verde? No... ¡rojo! ¡Ay vale, es amarillo!
El color de la alegría.
Vinieron a contarnos un cuento PRECIOSO titulado "El monstruo de colores". Estuvimos súper atentos y nos portamos genial.
También nos dejaron sus máscaras, porque nos encantaron.
Después de leer el cuento, nos propusieron hacer nuestras propias botellas sensoriales de la calma (que no nos vienen nada mal, la verdad).
Comenzamos introduciendo en ellas nuestra inicial, aunque ya la traían por fuera pegada con mucha purpurina ¡es que nos encantaba todo!
Después, metimos pompones, bolitas, cascabeles, aceite y agua.
Y... ¿Cómo haremos para que las botellas tengan color? ¿Cómo conseguiremos que el agua no sea transparente? Pues para eso, Sofía y Lara tuvieron la solución: hicieron magia. Con su gorro y su varita, consiguieron que las botellas se fueran tiñendo de los colores que íbamos eligiendo.
¿No os parece sorprendente?
¡Qué suerte que en nuestra clase se quedó la pequeña maga para seguir haciendo travesuras!
Antes de que se fueran, quisimos sacarnos una foto con ellas y con nuestras súper botellas de la calma, que están en nuestro pequeño rincón destinado a ello y que, cuando nos sintamos tristes, agitados, enfadados, nerviosos... podremos coger, para observarlas y tranquilizarnos.
¡Muchísimas gracias Sofía y Bea! Esperamos que os lo hayáis pasado genial, tanto como nosotros/as, y que queráis volver. En nuestra clase ya sabéis que sois más que bienvenidas.
Esta semana comenzamos a aprender cositas sobre el cuerpo humano. Muchos/as trajeron un montón de cosas del corazón. ¡Estaban tan contentos/as al enseñarlas!
Lara trajo un corazón relleno con plastilina que quisimos ver de cerca.
Y Xiana nos sorprendió con un corazón ¡hecho de arcilla! Nos contó que lo hizo en casa con papá y mamá y que lo estuvo pintando, porque todavía estaba fresco y manchaba un poco.
¡Menudo trabajazo! Y nos lo quiso enseñar con más detalle uno a uno.
Mil gracias a todos/as por toda la colaboración. A los/as peques les hace muchísima ilusión traer cosas y poder enseñarlas.
Esta semana, también conocimos a Paco...
¿Que no sabéis quién es Paco? Pues... cerrad los ojos, como hicimos nosotros/as.
Quién crees que es por esas caras?
Os doy una pista… tumba que tumba, tumba que te tumba…
Un esqueletoooooo
Estuvimos hablando de sus partes y sus huesos. Dónde los teníamos situados, para qué servían... El cráneo, la cadera, la pelvis, el coxis, las costillas... ¡ya conocemos un montón!
Así que, hicimos nuestros propios esqueletos utilizando bastoncitos.
Y... ¿por qué no tienen cara? Pues... ¡sorpresa! Ya lo veréis...
Pero bueno... ¿Otra visita?
¿Quién será?
¿Por qué va así vestida?
Pues... es Lucía y es enfermera. Vamos a ver qué nos cuenta.
Como sabe que conocemos a Paco (nuestro esqueleto), nos quiso enseñar unos vídeos que le manda él de su cuerpo por dentro. Mirad qué cosas le va a mandar Paco a Lucía. Así que, vimos todo el esqueleto en profundidad y, poco a poco, aparecieron órganos. Pero, nos detuvimos en el corazón.
Primero, utilizó un corazón de plástico para enseñarnos sus partes y explicarnos un poquito cómo funciona.
Pero después... ¡vimos un corazón de verdad! No es de ningún humano, pero es el más parecido que hay al nuestro.
Lucía nos enseñó las arterias y las partes principales.
Y llegó el momento de sacar un utensilio que a muchos/as les sonaba un montón.
Es un fonendo. Con él se escucha el corazón.
Y como no hay nada mejor que escucharlo, en vez de contarlo, pues allá que fueron. Por parejas, estuvieron escuchando el corazón de su compañero/a. Quedaron muy impresionados/as porque se escuchaba muy bien: pumpum, pumpum...
Ahora ya sabemos el sonido que hace el corazón y también sabemos que bombea sangre por todo nuestro cuero. Pero... ¿Cómo es eso de bombear? Pues, a través de un experimento, pudimos comprobarlo.
Pero, no os vayáis a pensar, entre "consulta y consulta" tenían que aprender a desinfectar ellos mismos el fonendo.
¡Menudos/as sanitarios/as podemos tener entre nuestros/as peques! Apuntan maneras.
Debíamos apretar la parte de arriba, de goma, al ritmo de los latidos y, así, podíamos ver cómo se iba bombeando "sangre" desde el corazón.
También, y aprovechando la reciente colocación de un desfibrilador en el cole, aprendimos una canción para realizar la reanimación cardiopulmonar y estuvimos practicando en parejas.
¡Fue muy divertido!
Gracias por la visita, Lucía, y por enseñarnos tantas cosas interesantes. Esperamos que vuelvas pronto por nuestra clase.
En cuanto a las lentejas, van viento en popa, creo que este invierno tendréis bastantes para hacer guisadas. Esta semana las han plantado los que faltaban por hacerlo.
Lara también nos trajo un koala que colocamos en nuestro rincón de los animales de Australia.
Y conmemoramos el 25 de Noviembre: Día Internacional contra la Violencia de Género.
Nosotros escogimos una palabra para colocar en el mural a nivel centro: AGARIMO. Sabiendo la importancia que tiene el cariño hacia los demás y, sobre todo, hacia todas esas mujeres que nos rodea y que son tan importantes en nuestras vidas.
Desde aquí, un beso y un abrazo para todas las mamás, hermanas, tías, sobrinas, primas, amigas y compañeras.
¿Qué es esto?
¡Un regalo!
Pero... ¿Quién lo ha traído?
Dice: para la clase más alegre...
Esa, sin duda, es la nuestra.
¡Hay otra nota!
¡Pero qué mensaje tan bonito!
Es un regalo de parte de Bea y de Sofía, la mamá y la hermana de Lara.
¿Lo abrimos?
Entre todos decidimos que lo abra Lara, no vaya a ser que hayan metido algo que nos pegue un susto. Como viene de su casa y es medio maga, que se enfrente ella con lo que sea que hay ahí dentro...
¡SON MÁSCARAS!
Las máscaras del monstruo de colores.
¡Nos encantaron tantísimo que nos las quisimos llevar!
Mil gracias a Bea y a Sofía (y a Larita también, claro), por acordarse tanto de nosotros/as y regalarnos cosas tan bonitas, con todo lo que ello conlleva.
Por aquí finalizamos este resumen semanal. Espero que os haya gustado.
Ahora, os mando una preguntita para la próxima semana:
- Y... ¿Cuál es el órgano que ayuda a nuestro cuerpo a llenarlo de oxígeno y que está situado en la caja torácica, a ambos lados del corazón y protegido por las costillas?
Ya sabéis, pueden traerlo escrito, dibujado, en foto... cualquier cosa que consideréis oportuna y que os venga bien en casa.
¡¡Millones de gracias!!
Un saludo y un beso muy grande.
¡Nos vemos la semana que viene!
