Continuamos aprendiendo

 ¡HOLA PEQUES!

¡HOLA FAMILIAS!

Nos encontramos por aquí una semana más para mostrar un pequeñito resumen de todo lo que hemos hecho durante estos días.

Empezamos con los encargados de la semana, que cada vez tienen más responsabilidades y lo hacen GENIAL.






Esta semana seguimos con nuestro proyecto sobre el cuerpo. Nos faltaban dos sentidos por trabajar: el olfato y el gusto, así que nos pusimos manos a la obra.
El lunes, gracias a todo lo que nos aportasteis, pudimos poner a prueba nuestras naricitas. Teníamos cosas como: ajos, pañuelos mentolados, naranja natural y deshidratada, canela, orégano, café y chuches!! Hubo gustos muy diferentes, lo cual es muy enriquecedor.
Ellos/as mismos/as hicieron la clasificación colocando desde el que más les gustaba al que menos.
















































Llegó el turno del último sentido: el gusto.
Primero, Lara nos trajo una boca con 20 dientes y una lengua. Así que, antes de nada, comprobamos si teníamos 20 dientes de verdad. Después, sacamos nuestras lenguas y supimos que en cada zona de la misma se distinguen diferentes sabores. (Gracias Lara y a su mamá y su hermana Sofía, que dijo que le habían ayudado a hacer esa súper boca 😉).
Segundo, era el momento de poner a trabajar nuestra lengua, por lo que preparamos una mesa llena de cosas para que probaran: vinagre, sal, azúcar, pomelo, lima, limón, chocolate y… una sorpresa final ¡peta zeta!


































































































Algunas caritas no tienen desperdicio, sobre todo después de probar el limón y la lima.

Continuando con el cuerpo, nos hemos centrado esta vez en los riñones. Sabemos que son dos, que tienen forma de habas grandes y que sirven para que nuestro cuerpo filtre la sangre, quedándose con lo que quiere y expulsando lo que no quiere, a través de la orina. Para comprender esto mejor hicimos el siguiente experimento: en una botella metimos todo aquello que se puede encontrar en nuestra sangre: líquido, glóbulos rojos… y, en un colador con dos habas que simbolizaban los riñones, fuimos echando el líquido de la botella. Comprobamos que los riñones lo filtraban y se quedaban con los glóbulos rojos y echaban un líquido amarillo que supimos que era orina. Así creo que les quedó más claro cómo funcionan nuestros riñones…
















También, en nuestra mesa de luz, estuvimos jugando a colocar diferentes imágenes del cuerpo humano: con músculos, sistema nervioso, esqueleto… superponiendo unas sobre otras para completarlo. Nos gustó un montón poder verlo así.















Y continuamos con Nueva Zelanda.
Sabemos que hay muchísimas montañas y que la mayoría de ellas son… VOLCANES. Así que aprendimos lo que es un volcán y lo que tiene dentro: lava.
Para ayudarnos con esto, recibimos una sorpresa. Vino a vernos Lorena, la mamá de Adrián!!


Con ella, primero hicimos un experimento: ver cómo erupciona un volcán. Algunos, al principio, se tapaban los oídos porque pensaban que iba a explotar.































Después del experimento, quisimos hacer con Lorena nuestros propios volcanes. Así que, en primer lugar pintamos nuestras manos de amarillo y rojo y aprendimos que, al mezclar esos colores, salía el naranja. Con la palma de la mano simulamos la lava del volcán y, después, utilizando pintura marrón y un pincel hicimos el volcán, que tiene forma de A pero sin el cinto que le ponemos nosotros.
¡Quedaron geniales!


























¡MUCHAS GRACIAS, LORENA! 
Esperamos que te lo hayas pasado genial, como nosotros/as. 
Vuelve siempre que quieras por nuestra clase.

Seguimos profundizando un poco más sobre el tema de la lava y decidimos hacer una lámpara de lava.
En un bote transparente echamos aceite, agua y colorante y, para que surja la magia, introducimos una pastilla efervescente dentro. Colocamos el bote encima de la mesa de luz y… ¡MAGIA! Nos ha encantado. Podríamos pasarnos horas mirando esas burbujas de “lava”. Solo por esas caras merece la pena cualquier cosa que hagamos.

















Pero esta semana hemos tenido tiempo para hacer otras cosas como…
Introducirnos en el uso de la baraja de invierno. Presentamos una baraja con elementos del invierno. Esta vez trabajamos hasta el número 6 y jugamos a algo parecido al cinquillo pero adaptado a nosotros/as. Para trabajar la recta numérica en sentido ascendente y descendente y, ya de paso, la tolerancia a la frustración si no podíamos colocar carta y la espera de turno.
Poco a poco lo iremos complicando hasta el 10.
































Como hemos jugado con las cartas hasta el número 6, la siguiente actividad también la hemos realizado hasta el 6.
Consistía el tirar un dado gigante y contar cuántos puntos tiene la cara que cae hacia arriba. Después, buscamos el número correspondiente y colocamos tantas piedras como número se indica. Trabajando así la asociación de número-cantidad y el inicio al conteo.
Lo que más les gustaba es lanzar el dado.




































Y también estuvimos jugando con nuestro arcoíris. Cada uno/a tenía una pieza y, al azar, sacábamos nombres de los niños/as de clase que debían ir colocando su pieza. Pero… tenían que hacer equilibrios y concentrarse muchísimo para que el arcoíris no se cayera, ya que el orden que seguíamos no era el “adecuado”.

















Con esto finalizamos nuestra semana, esperamos que la podáis disfrutar como nosotros/as.

Nos vemos la próxima semana.

¡Un saludo y muchos besos!

2 comentarios:

  1. Cuántos experimentos más interesantes hacen estos niños!! Su cara de ilusión ya merece todo! 🤗🤗👏👏👏

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias siempre por tus comentarios! Sus caras son lo mejor. Seguiremos haciendo mil experimentos y actividades que nos motiven un montón 👏🏻🥰

      Eliminar

NOS DESPEDIMOS

  ¡HOLA PEQUES! ¡HOLA FAMILIAS! Parece mentira que estos tres años hayan llegado a su fin y que esta sea nuestra última entrada en el blog y...